martes, 21 de abril de 2020

Crónica 37ª. El virus que la policía monitorizaba


Europa busca una acción conjunta en todos los países para provocar la famosa "desescalada", o como se quiera llamar al concepto para el que el Gobierno ha elegido una palabra tan horrible que no aparece en la RAE, aunque su cuño sea razonable.

Nuestro ínclito presidente, Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso del jueves pasado, presumió sin aportar un solo dato de que España es uno de los países del mundo donde más análisis de coronavirus se realizan. La misma Universidad de Oxford que hizo presumir al presidente de medidas restrictivas, por ser las más intensas de todo el continente europeo, publica un gráfico con la comparativa de los tests que se efectúan en muchos países, pero España no figura porque nuestras autoridades sanitarias no informan de ello ni a sus ciudadanos ni a nadie en absoluto. De manera que, como Carlos Herrera mencionó en una de sus intervenciones en la radio, en España al inicio de la pandemia mataba más el machismo que el coronavirus y ahora somos campeones mundiales de análisis y arrestos domiciliarios. 

Y, mientras tanto, todo el fin de semana hemos estado muy divertidos con las ocurrencias del CIS de Tezanos. Porque lo que está sucediendo en ese organismo público es tan divertido como repugnante. Fíjense, si no lo creen, qué preguntas realiza:

  • Pregunta 6: ¿Cree que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?
  • Pregunta 13: ¿Cree Ud. que ante casos de pandemia como la del COVID-19 hay que atenerse a lo que digan y propongan los/as expertos/as en cada momento, o que los Gobiernos tienen que ser capaces de tomar decisiones por su cuenta? 
  • Pregunta 14: En circunstancias como las actuales, ¿cree Ud. que los partidos y líderes de la oposición tienen que colaborar y apoyar al Gobierno en todo lo posible, dejando sus críticas o discrepancias para otros momentos, o que deben continuar criticando y oponiéndose al actual Gobierno en todo lo que consideren? 
  • Pregunta 17: Refiriéndonos a la situación económica general de España al margen del COVID-19, ¿cómo la calificaría Ud.?
Lo delos bulos es una ocurrencia de la Moncloa. Obviamente. Al principio de la crisis sanitaria las ruedas de prensa se realizaban sin prensa y, en la actualidad, con prensa y sin respuestas, pasando por la modalidad de preguntas censuradas. La "performance" del poder de este Gobierno se refleja en una obsesión obscena por controlar la comunicación, algo ya anunciado por el presidente durante su investidura.  

La pregunta 17 es de traca. Pero muchos han sido capaces perfectamente de sustraerse a la pandemia, porque a un 55% de los encuestados les parece buena o muy buena. Lo de la peor recesión desde la Guerra Civil debe parecerles un detalle bastante nimio. ERTEs, paro desbocado... Claro, si nos situamos al margen de la Covid-19 nos encontramos en una línea temporal paralela a la que estamos viviendo, donde el coronavirus fue confinado en Wuhan razonablemente bien y nadie en todo el planeta se infectó. 

En otra de las preguntas, la número 10, el 91% de los encuestados afirma estar llevando bien o muy bien el confinamiento. Los únicos que lo llevan de regular a mal deben de ser los propagadores de bulos...

También el jueves pasado, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, compareció en el Congreso para ofrecer la cifra de que hay un total de seis millones de trabajadores con derecho a algún tipo de ayudas para compensar la caída de las rentas, cuatro millones afectados por ERTEs, casi millón y medio de autónomos que van a recibir alguna compensación por cese de actividad, novecientos mil trabajadores con prestación de desempleo...  El aparato administrativo del Estado aún no ha tramitado toda esta ingente cantidad de expedientes,por cierto. Pero se puede, al menos, sumar. El FMI prevé que la deuda pública española alcanzará el 114% del PIB, o lo que es igual, cada uno de los 46,6 millones de españoles tendría que pagar 24.500 euros para quitar toda esa deuda. Pero, por tercer año consecutivo, el Gobierno trabaja con prórrogas de los últimos presupuestos pergeñados por Cristóbal Montoro, de modo que no había ni habrá estrategia política alguna para lidiar con el morlaco. Antes de Pedro Sánchez, un Gobierno sin PGE tenía que dimitir y convocar elecciones. Ahora no: ahora se convocan para intentar corregir lo que las urnas han dictado. 

Pero lo importante son los bulos. Está claro. Y la irresponsabilidad de los españoles que intentan saltarse el anticonstitucional confinamiento a todas horas. No importa que sean cuestiones marginales. Hay muchas maneras de demostrar lo autoritario que es uno. Basta el tono amenazador, punitivo, informar de las investigaciones policiales que se llevan a cabo contra el origen de las informaciones supuestamente falsas (bulos), la intervención de la Fiscalía General en el tema, la geovigilancia de los ciudadanos... Pero nada de eso contienen las homilías del presidente, quien el sábado anunció que habría 15 días más de confinamiento aunque los niños podrán salir a la calle con restricciones, y el desconfinamiento de la población será asimétrico. Claro que el Gobierno continúa soltando globos sondas al sugerir que podrían levantarse las restricciones a la movilidad de la gente mayor o los deportistas. No olvidemos que el Gobierno se ufana de que España sea el país europeo con más severas restricciones a la movilidad ciudadana algo aplaudido por el 91% de la población, según el CIS.

En una comparecencia leída, el Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil habló de "minimizar ese clima de crítica de la gestión de la crisis hecha por el Gobierno". Menudo resbalón. Los cuerpos policiales entrando a saco en la libertad de crítica y cómo minimizar sus efectos. Al general le ha caídola del pulpo, pero no conviene olvidar que esa lumbre estaba siendo ya atizada mucho antes. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, un juez muy respetado,  desde luego por mí, con los ojos cerrados, pero vamos... Marlaska, el mismo que no tiene nada de lo que arrepentirse en esta crisis, ya había señalado hace diez días que había dado instrucciones para monitorizar las redes sociales y poner en conocimiento de la Fiscalía General de Estado, comandada por la jueza Dolores Delgado que le llamó maricón, para que actuase de manera pertinente. 

Por supuesto, las palabras del general de la Guardia Civil han sido desmentidas desde el Gobierno, dejándole a los pies de los caballos, como si fuese suya la culpa y no de alguien del Ministerio del Interior. Pero nadie ha desmentido la siguiente información aparecida en el diario El País: "los expertos de la Oficina de Coordinación Cibernética del Ministerio del Interior han reportado desde la entrada en vigor del estado de alarma 291 eventos de desinformación o ciberbulos de relevancia. Se trata de mensajes falsos difundidos en internet y las redes sociales que van desde teorías conspiratorias hasta narrativas que buscan perjudicar la imagen del Gobierno". Lo que cunden 291 eventos desinformativos. Más que las ruedas de prensa del Gobierno o la confirmación de la Fiscalía de que los bulos en las redes pueden ser perseguidos por siete tipos delictivos. Menos mal que iban a derogar la Ley Mordaza por arbitraria y falta de garantías jurídicas para los derechos de los ciudadanos.


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