lunes, 30 de marzo de 2020

Crónica 11ª. El virus que necesitaba respirar

30 de marzo de 2020. La pandemia del coronavirus ha afectado oficialmente a 724.592 personas, matado a 34.017. Alrededor de 152.076 personas se han recuperado. Estados Unidos, con 142.735 casos, tiene más pacientes con coronavirus que cualquier otro país del mundo. Italia va en segundo lugar, con 97.689. España s cuarta, con 80.110, a punto de alcanzar a China. 

Los países asiáticos han logrado controlar la pandemia a través de pruebas masivas, rastreo de contactos y prohibiciones de movimientos. Pero sin cerrar la economía. Occidente ha perdido la oportunidad de una victoria limpia al fracasar con estrépito durante el primer mes de respuesta. ¿Puede recuperar el equilibrio? El cierre nacional a medio plazo va orientado a detener la propagación del virus hasta que las autoridades puedan actuar juntos y fabricar muchas pruebas y máscaras faciales, crear infraestructuras a propósito de estos objetivos, elaborar políticas sobre cómo actuar cuando las personas dan positivo, distribuir máscaras faciales para todos, etc. Con mucho trabajo, podríamos lograrlo en un mes. Una vez realizado, se puede relajar el cierre nacional, comenzar de nuevo y seguir la estrategia de contención al estilo asiático, algo que deberíamos haber estado haciendo desde el principio. Es el único plan que no ha resultado en decenas miles de muertes y sin que la economía se derrumbe tan catastróficamente que nos veamos todos obligados a comer hierbas del campo. Admitámoslo. No hay una forma práctica de "aplanar la curva", excepto haciéndola tan plana que el virus haya desaparecido, como ha sucedido en Corea del Sur en este momento. Esta es la conclusión de un informe del Imperial College de Londres del que todos hablan o están hablando en estos momentos.

Individualmente, no hay mucho que se pueda hacer para mejorar las posibilidades de recuperación en caso de contraer coronavirus. Pero, como ya dejé escrito anteriormente, hay algo que sí puede resultar importante en este momento: DEJAR DE FUMAR. Hasta la aparición del coronavirus, la estadística reflejaba que cada persona que deja de fumar gana de 5 a 10 años de esperanza de vida. Si necesita una razón para dejar de fumar, es esta: el coronavirus es mucho peor para los fumadores. El virus mata infectando los pulmones. Si su salud respiratoria es buena, tiene suficiente capacidad pulmonar de sobra y se curará. Si su salud respiratoria es dudosa, necesitará respiración asistida y probablemente muera. Hay un artículo que informa sobre 1.099 casos confirmados Covid-19. El 12,4% de los fumadores fallecieron, requirieron ingreso en la unidad de cuidados intensivos o respiración mecánica en comparación con el 4,7% de los que nunca fumaron. La prevalencia del tabaquismo entre los hombres en China es aproximadamente del 48%, pero solo del 3% en las mujeres, lo que correlaciona con los hallazgos de la OMS-China, que informa de una tasa de mortalidad más alta entre los hombres en comparación con las mujeres (4,7% frente a 2,8%). Sin embargo, hay que andarse con cuidado. En Suecia los hombres y las mujeres fuman por igual, pero los hombres tienen más alta tasa de mortalidad por coronavirus.

Si existe un 30% de posibilidades de contraer coronavirus este año, y la tasa de mortalidad de los fumadores es del 4% en comparación con el 1% de los no fumadores, dejar de fumar ahora le ahorrará un 1% riesgo de muerte por coronavirus. Pero alrededor del 10% de los fumadores eventualmente contraen cáncer de pulmón, en comparación con muy pocos no fumadores, y el cáncer de pulmón tiene una tasa de mortalidad del 66%, por lo que le ahorrará un 6.6% de posibilidades de muerte por cáncer de pulmón. Honestamente, el coronavirus ni siquiera debería figurar en las cuentas de cualquier fumador. 

Muchas personas tienen enormes problemas para dejar de fumar. Deberían probar con los cigarrillos electrónicos; con independencia de lo que se haya escrito, son infinitamente mejores que los cigarrillos reales. O pedir al médico (por consulta online) bupropión, un medicamento muy eficaz para dejar de fumar. Sus efectos secundarios más comunes son curar la depresión, mejorar la vida sexual y hacer perder peso. Alternativamente, pueden ir a la farmacia local y encontrarse allí con otra gente, lamer a todos los que lleguen y salgan, y detenerse en Wuhan, camino de casa, para degustar un sabroso plato de sopa de murciélago. 

Japón es un caso enigmático. Debería estar atravesando ahora mismo un momento terrible. Fue uno de los primeros países en coronavirus, casi al mismo tiempo que Corea del Sur e Italia. Y su respuesta ha sido entre terrible e inexistente. Japón tiene la peor respuesta de coronavirus en el mundo (salvo quizá por España o EEUU). Sus trenes todavía van llenos en hora punta. Japón es muy denso y está lleno de personas mayores, por lo que en este punto los vivos deberían envidiar a los muertos. Pero la realidad es que su número de casos apenas se ha movido en el último mes: de 200 ha pasado a 1.866. Es la contención más exitosa del coronavirus que haya realizado cualquier país importante, mucho mejor que incluso la de Corea del Sur, y con cero esfuerzo. La conclusión obvia es que Japón no está realizando tests a nadie, posiblemente porque pensaban que si mostraban a los demás que se encontraban libres de virus, el mundo aún les permitiría celebrar los Juegos Olímpicos de Tokio este verano. Pero, más allá de su prodigiosa capacidad de encubrimiento, deberíamos recibir las mismas historias horribles de hospitales y morgues (palacios de hielo) desbordados que escuchamos en España o en Italia. Pero nada de esto está sucediendo, parece que Japón realmente está casi libre de virus. Increíble. A lo mejor resulta que los japoneses son anómalamente limpios (ellos inventaron las 5S) y respetuosos con la ley. Tal vez el gobierno haya comunicado sutilmente la estrategia "no hagas nada que arruine nuestras posibilidades de celebrar los Juegos Olímpicos" y todos han decidido no tocarse la cara. Quizás el uso generalizado de máscaras faciales es mucho más importante de lo que nadie haya creído anteriormente. No se sabe.

La estrategia de contención al estilo asiático no ha funcionado en España, ni en Italia, ni en Estados Unidos ni casi en ninguna parte del mundo occidental. Una estrategia que sí funcionó en un grupo de países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur. Pero si hay algo que hace a las poblaciones asiáticas misteriosamente inmunes a la pandemia, entonces las estrategias de contención no son tan impresionantes y solo necesitaban un poco para aplanar la famosa curva. Las cosas parecían tan malas en Corea del Sur hace unas semanas, o en Wuhan, que aturde pensar en ello.

Fíjense en Irán. Los informes eran apocalípticos hace quince días, se negaron obstinadamente a instituir bloqueos o dejar de besar sus santuarios sagrados, y ahora mismo tienen menos casos que España, Alemania o los Estados Unidos. Su tiempo de duplicación es de 11 días, en comparación con los seis días en Italia y cuatro en los Estados Unidos. Una vez más, un gran misterio.

Y ahora es cuando entra el tema de los respiradores. Gran Bretaña tiene 5.000, uno por cada 12.000 ciudadanos. Estados Unidos tiene 160.000, uno por 2.000 ciudadanos. Una pequeña empresa de respiradores suele vender unos 50 en un buen mes. Los respiradores requieren personal capacitado para operarlos. Claro que los médicos no son muy fiables cuando dicen que algo requiere capacitación: una punción lumbar requiere entrenamiento, pero normalmente la capacitación que reciben los MIR es ver a alguien hacerlo una vez para, a continuación, decir: "ahora hazlo tú". Cuando decimos que operar un respirador requiere capacitación no sabemos si realmente quieren decir que necesitan diez años de experiencia y pasar un examen o verlo usar una vez y luego ponerse a ello. Esperemos se pueda capacitar muy rápidamente en el uso de lo respiradores.

El caso es que, en un futuro hipotético con un número muy elevado de población infectada (digamos un 5%), si el  12% de ellos son fumadores y requieren de respiración asistida, necesitaremos 280.000 respiradores. Es imposible disponer de tantos respiradores a la vez. El término medio de utilización de un respirador es de dos semanas, luego un único respirador puede atender a 25 pacientes al año. Esto significa que, para 280.000 pacientes (contando solo los fumadores), se necesitan 11.000 respiradores si logramos que los enfermos no se contagien todos al mismo tiempo (que es también algo que persigue el confinamiento). Si esto es así, vamos a tardar un año o dos en aplanar totalmente la curva. Claramente inviable.

En los últimos años, Gran Bretaña desarrolló una estrategia de vanguardia para hacer frente a pandemias mediante el desarrollo de la inmunidad colectiva. esta estrategia era novedosa y emocionante y cuando apareció el coronavirus, su gobierno conectó tasa de propagación, tasa de mortalidad, etc., con esta estrategia, derivándose todo ello en el plan que Boris Johnson anunció inicialmente. Muchos de los mejores científicos dijeron que esta es la manera correcta de hacer las cosas. Pero sucede que casi ninguna pandemia requiere uso frecuente de respiradores como este coronavirus. Esto significa que el modelo británico, originalmente construido alrededor de la gripe común, no incluía una variable decisiva: la escasez de respiradores. Una vez añadida, la estrategia de inmunidad del grupo pasó de ser una idea inteligente a convertirse en un desastre total, y el Reino Unido ha debido cambiar sobre la marcha. 

China tiene (tenía) Wuhan. Italia, Lombardía. España, Madrid. La epidemia internacional pasó de Asia a Italia y Europa y sigue su recorrido hacia EEUU. Un factor que parece ser importante en esta pandemia es la densidad de población. Nueva York es la ciudad más densa de Estados Unidos y es justo allí donde el coronavirus está pegando más fuerte. Lo mismo podemos decir de la Lombardía italiana y el Madrid español. La densidad une a las personas y hace que las infecciones se propaguen más fácilmente. Pero, ¿por qué el virus se comporta bien en países muy densos como Japón, y parece tan mortal en lugares relativamente poco poblados como Suiza? Sobre el el papel, España es uno de los países menos densamente poblados de Europa: hay una gran cantidad de zonas rurales y algunas ciudades muy densas (cuatro de las diez ciudades más densas de Europa están aquí). ¿Por qué tenemos el cuarto mayor número de casos en el mundo, solo por detrás de China, Italia y los Estados Unidos? Seguramente la culpa es de Madrid.

Y, oiga. ¿Qué está pasando en el Tercer Mundo? ¿Están teniendo problemas terribles? Los números dicen que no. Los países menos desarrollados van bien. Nigeria solo tiene 65 casos. Etiopía, 12 casos. ¡Sudán solo tiene tres! Quizá simplemente suceda que no están realizando los tests. San Diego, en EEUU, tiene 337 casos diagnosticados y Tijuana, la ciudad mexicana transfronteriza a San Diego, del mismo tamaño, solo tiene 10. México está contando 30 veces menos que EE. UU. lo que sugiere que, en realidad, México debe de tener el mismo número de casos que Gran Bretaña o España.

Lo que sí parece claro es que el Primer Mundo está muy ocupado salvándose a sí mismo. Los países ricos buscan con desesperación proveerse de mascarillas y respiradores. Este coronavirus va a afectar el modo habitual de actuar de las organizaciones benéficas, consistente en desviar recursos de los países del primer mundo a los del tercer mundo, porque los países del primer mundo están utilizando todos sus recursos y no los van a vender a ningún precio

Muchas personas se preguntan si merece la pena detener la economía entera durante meses para prevenir el potencial daño que pueda efectuar el coronavirus. Es una pregunta que muy pocos realizan, quizá por vergüenza, cuando no hay nada de vergonzoso en ello. Todos estamos de acuerdo en que a veces vale la pena costear un precio para salvar una vida humana. Hay muchas variables involucradas en el cálculo de cuánto es ese valor, pero aunque fuese de solo 30.000 euros por año de vida, vale la pena gastar cientos de miles de millones de euros para frenar la epidemia. Pero, para ello, es prioritario conocer el alcance de la enfermedad.

Ha sido Islandia quien ha hecho lo que todos quieren hacer: evaluar a muchas personas para ver cuántas son asintomáticas . Han concluido que aproximadamente la mitad de los portadores no saben que tienen la enfermedad. Si hubiera habido muchos más portadores asintomáticos que pacientes sintomáticos, hubiera sido una extraordinaria noticia: la mayoría de los casos nunca aparecen en las estadísticas y todas las estimaciones de de hospitalización y mortalidad con demasiado altas. El estudio islandés se ha realizado hacia el pasado 20 de marzo, con 300 casos notificados en el país nórdico, y detectó que el 1% de los islandeses eran positivos: es decir, 3.000 casos notificados. Esto parece confirmar que los casos reales superan a los casos diagnosticados en un factor de aproximadamente 10. Luego probablemente debamos dividir las tasas de mortalidad observadas por ese número. En España, sería del 0,77%, no del 7,7%

Muchas ideas. Y ojito con el futuro. En 1918 la gente acabó cansándose de las medidas de contención de la gripe española. En San Francisco, por ejemplo, muy pronto los ciudadanos iniciaron una Liga Anti-Máscara. En el sur de Italia, donde el 25% de la población trabaja en el mercado negro, ya han empezado las revueltas.



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